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martes, 18 de septiembre de 2012

Un lugar para descubrirnos: Atapuerca

Eduardo Beltrán y García de Leániz  /  Madrid

La Sierra de Atapuerca en Burgos se ha convertido en el lugar de referencia mundial para sumergirnos en el incógnito pasado de la evolución humana. Las especiales condiciones de este entorno geográfico hicieron posible que animales y humanos compartieran un medio idóneo perfecto para desarrollarse dentro de unas pautas que marcarían el clima y la vegetación en pleno Pleistoceno. Un clima y una vegetación cambiante enmarcados por la geología peculiar del terreno.

La llegada al yacimiento estuvo cargada de emociones diversas, siendo la más excitante el saber que íbamos a encontrarnos con un trozo de nuestro pasado más remoto, nada más y nada menos que el ocurrido hace más de 1 millón de años, convirtiéndonos en los primeros europeos en habitar el  continente.

Y en este lugar cargado de energía, guiados por la mano experta de Eva, fuimos adentrándonos en la Trinchera, donde se encuentran tres de los más importantes yacimientos de la sierra, descubriendo la magia que sólo la arqueología puede ser capaz de transmitir. Un trabajo apasionante el llevado a cabo por el arqueólogo, que armado de una infinita paciencia se encierra en un metro cuadrado de suelo, para sacar a la luz esos tesoros fósiles, esos huesos que nos harán soñar con unas épocas tan desconocidas como fascinantes, retrocediendo nuestra memoria a muchos miles de años.

Y si hay algo que acumula Atapuerca, es eso, miles de fósiles, huesos de animales de más de 80 especies, como hipopótamos, rinocerontes, elefantes, osos de las cavernas, tigres dientes de sable, bisontes, panteras, hienas, linces, lobos, ciervos, caballos, murciélagos, leones, musarañas, erizos, ...; restos fósiles de la vegetación; una gran cantidad de herramientas líticas, bifaces, hendedores, percutores, raspadores, lascas, ... de sílex, de cuarcita, de arenisca, ...; y lo más importante, la presencia de fósiles humanos.

Todo este material fósil se encuentra en interior de las cuevas, mezclado con los sedimentos arcillosos que fueron arrastrados por la fuerza del tiempo desde el exterior, rellenando estas cavidades en su totalidad,  superponiéndose en diversos estratos, cuyo orden temporal nos van indicando la antigüedad de lo allí encontrado. Estas especiales condiciones de conservación hacen que todo este material esencial y único atrapado en el interior de estas cuevas, pueda poner un poco más de orden en el dilema de nuestra evolución.

En el yacimiento de Sima del Elefante se han recuperado restos humanos con una antigüedad de más de 1,2 millones de años, pertenecientes a una especie de homínido aún no determinada a la que se ha denominado Homo SP. También se han encontrado herramientas líticas del Paleolítico Arcaico, y cantidad de huesos de animales, sobre todo caballos.

En este sentido, Atapuerca es uno de los yacimientos más importantes del mundo en todos los aspectos. Fue en las excavaciones de la Gran Dolina, en el nivel TD 6, cuando en julio de 1993 se produjo un acontecimiento mundial, el descubrimiento de una nueva especie de homínido, al que se le llamó homo antecessor, el hombre explorador, con una antigüedad de alrededor de 800.000 años, considerado el último antepasado común del linaje de la humanidad actual y de la estirpe de los neandertales. Han aparecido hasta el momento 80 fósiles humanos, pertenecientes a 6 individuos. Y lo realmente asombroso es que todas las pruebas apuntan a que todos estos restos humanos encontrados fueron devorados por otros seres humanos, en lo que se considera la primera manifestación de canibalismo de la historia.

La otra especie presente en Atapuerca es el homo heidelbengensis. En el yacimiento de Cueva Mayor, se descubrió la misteriosa Sima de los Huesos, una pequeña cavidad al final de una rampa de 13 metros, donde se han recuperado más de 5.000 fósiles humanos de esta especie (incluidos huesos del oído medio, algo insólito en arqueología), pertenecientes a 28 individuos, entre mujeres, hombres y niños, con una antigüedad de alrededor de 400.000 años, en pleno Pleistoceno Medio. Mezclados con estos fósiles humanos aparecen restos de más de 180 Ursus deningeri, una especie de oso ya extinguida. Pero, si hay algo que tiene de fascinante la Sima de los Huesos, es precisamente su posible función simbólica, ya que todos estos cadáveres fueron depositados allí por parte de otros seres humanos (¿primera manifestación funeraria?), lo que deja entrever que estos homínidos tenían ya  una conciencia de grupo y compartían creencias hace medio millón de años. Es el mayor yacimiento de fósiles humanos de la historia.

La maravillosa experiencia de conocer los yacimientos de Atapuerca, la pude completar visitando el Museo de la Evolución Humana de Burgos, inaugurado en julio de 2010, un edificio magnífico en forma de prisma de cristal, donde la luz natural invade todo un espacio diáfano, ideado para que el visitante pueda sumergirse de una forma dinámica y natural en la narración  de la evolución humana, y con una gran presencia del paisaje de la Sierra de Atapuerca, tanto fuera como dentro del museo. Nuestro guía, Andrés, nos dió una explicación genial en todo el recorrido. Un museo verdaderamente impresionante, tanto en su concepto, como en su contenido. Y algo realmente inusual: el museo muestra los fósiles originales de los yacimientos, convirtiéndolo en algo único y excepcional.

Por lo que respecta a los Neandertales, se han determinado, hasta el momento, al menos 4 yacimientos de herramientas usadas por este homínido, pero todavía no se han encontrado restos óseos de ellos.

Atapuerca, Patrimonio de la Humanidad, ha sido una experiencia única, maravillosa, inolvidable, llena de momentos emocionantes, y que te atrapa desde el mismo instante que pones un pie en ella. Mi más sincera felicitación y admiración a todos los que han hecho posible semejante proeza, arqueólogos, paleontologos, geólogos, paleoantropólogos,... Y mi profundo agradecimiento a todo el personal altamente cualificado y preparado, gracias por vuestra simpatía, amabilidad y profesionalidad, tanto en el museo como en los yacimientos, algo que hoy día es difícil de encontrar.

En definitiva, un lugar mágico que no puede dejar de visitarse, pues descubriremos sensaciones que no habíamos  tenido nunca, y saldremos con una lección magistral de como ha sido nuestro deambular por la Madre Tierra. Y al mismo tiempo, siempre es un placer pasear por las históricas calles de Burgos, una de las ciudades más monumentales y bonitas de España.



Eva en su clase magistral. Atapuerca. Burgos
Tomada el 23 de agosto de 2012