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sábado, 16 de diciembre de 2017

jueves, 23 de noviembre de 2017

Cuanta cantidad de veneno se puede soportar...

Eduardo Beltrán García de Leaniz / Madrid


A veces me pregunto cuanta cantidad de veneno puede soportar mi cuerpo para conseguir un bien, pues la quimio provoca muchos daños en el organismo, es un remedio que puede sanar y matar al mismo tiempo.

Fue ya una cirugía sumamente agresiva, pero lo que no me esperaba es que fuese a necesitar quimio y radio. Cuando me lo dijeron no me inmuté. Yo ya sabía que este era un camino de esperanzas y peligros, y que para vencer hay que utilizar toda la artillería a nuestro alcance, aunque esto signifique tener que soportar los efectos devastadores del fármaco.

Es una etapa difícil. Cuando te enfrentas a un estado como este en el que te estas jugando tu propia vida, desde el primer momento no dejas de aprender, es como una experiencia extrema, enfrentándote a lo que realmente eres. Y sobre todo es un momento de priorizar lo fundamental, tu tiempo, tus afectos.

La idea principal de este escrito es compartirlo con tantas personas que sufren de lo mismo, intentar superarlo, seguir hacia adelante sin vacilaciones, hablar sin miedo, dar la cara.Y la verdad, cuando llego al hospital por la mañana temprano un día a la semana,  y llega la hora de sentarme en el sillón, me quedo totalmente admirado contemplando los semblantes de todas esas personas alrededor mío que comparten el mismo sufrimiento,  y no veo el más mínimo sentimiento de tristeza, ni de dolor, ni atisbo de desesperación,  están tranquilos,  escuchando música, o leyendo, o con su portátil, o dormitando... como si estuvieran en cualquier sala de espera de un aeropuerto esperando la hora de su vuelo para iniciar un viaje.

En estas salas donde te ponen los ciclos de la quimio la gente entra en silencio, sin temor, sin vacilaciones, enfrentándose con la mas absoluta normalidad a su venenoso y curativo tratamiento. La primera vez fue realmente impactante. Por supuesto no esperaba encontrar a todos esos pacientes llorando su infortunio  por las esquinas, pero tampoco descubrir la paz y tranquilidad que allí se respira. Otra cosa muy distinta es lo que puedan sentir cuando vuelven a sus casas, y se enfrentan en soledad a su padecimiento. Pues el cáncer transforma a las personas, y eso es algo que tienen que entender los que nos rodean.

Tengo la suerte de tener a mi alrededor grandes valedores y grandes apoyos que me transmiten una energía y una fuerza sin igual. Como mi amiga australiana Judith, que cuando me escribe un email me deja totalmente sin palabras, mismamente el email que me escribió anoche es todo un compendio de sabiduría, amor y sinceridad, dándome consejos inteligentes y acertados, algo propio sólo de las grandes mujeres. También mi gran amiga sueca Anna Lena, que con sus constantes llamadas telefónicas me hace sentir fuerte, transmitiéndome siempre su calor, su fuerza y su cariño incondicional. O mi amiga Nieves de Almazán, que siempre me sorprende con sus sentidos emails llenos de bondad, ánimo y esperanza. Y que decir de mi amiga Esther, que viene a casa a hacerme sanaciones, con las cuales siento una paz infinita.También mi amigo Isidoro de Londres, que no para de llamarme continuamente para expresarme su solidaridad y su fortaleza. Las llamadas constantes de Mireya y su optimismo contagioso. Y de Juan Diego no hay adjetivos suficientes para calificarlo. Y tantos otros...

Yes, Judith, you are right when you say: “I feel there is much more for you left to do in this life that you cannot leave us so soon”.  



En mi estudio la semana pasada, empezando de nuevo a pintar.

jueves, 19 de octubre de 2017

Cuando el destino cambia tu vida

Eduardo Beltrán García de Leaniz / Madrid

Desde mi habitación observo el entorno, el sol entrando por la ventana e iluminando mi cara, las sencillas camas blancas de la habitación, el ir y venir del personal sanitario, sentado en un sofá azul de escay oteo el horizonte, las cuatro torres enfrente, el cielo azul de una mañana templada del final del verano madrileño, sensaciones. Saboreo el momento, sin pretensiones, sin planes,  sólo el aquí y el ahora. Y esperando. Es lunes 18 de septiembre.

Si durante los últimos tres años he ido retrasando todos mis proyectos pictóricos y exposiciones internacionales por tantos motivos familiares, como la prioridad de proteger a mi madre, ahora que por fin estaba llegando la ocasión para poder dedicarme a mi pintura y a mi propia vida, el destino me ofrece la más dura de las pruebas,  vistiendo su forma más dramática, injusta y cruel.

No puedo decir que mi cuerpo no me haya estado avisando durante todo ese tiempo de que algo estaba empezando a ir mal y que tenia que parar. Preocupaciones, enfrentamientos, ansiedad, estrés, discusiones,... 

El 19 de septiembre, dia de mi cumpleaños, a las 8:00 de la mañana entré en una sala heladora con dos enormes estrellas luminosas en el techo, tranquilo, sereno, sin miedo, positivo, consciente de la importancia del momento, me dormí al llegar al cinco, y a las 21:30 de la noche me sacaron. Doce horas y media de intervención Whipple, que, sin embargo, no hicieron mella en mi fuerza, pues desperté al poco tiempo, y allí estaba a mi lado mi pareja (no quiero ni imaginar lo que tuvo que pasar solo durante tantas horas de espera), también estaban mi cuñada Mireya y mi sobrino Carlos.

A partir de entonces, el sufrimiento y el dolor se apoderaron de todo mi ser, consiguiendo  cambiarme, pero no derrotarme. Mi fuerza por aferrarme a la vida, junto a la fortaleza de mi cuerpo, hicieron que pudiera continuar adelante, a pesar de tanto dolor, pena, sufrimiento e impotencia. El apoyo y la compañía inseparable de Juan Diego hicieron el resto.

También he intentado aferrarme a la resiliencia como poder de resistencia psicológica para hacer frente a este cambio tan brusco y traumático que me ha traído la vida, pero yo soy más visceral, me guío más por instintos, emociones, energías.

He experimentado durante estos dos últimos meses tantos sentimientos contradictorios, de frustración, de impotencia, de incredulidad, de rabia, de injusticia, ... tambien de paz. He llegado a pensar que todo era fruto de un mal sueño, una pesadilla, y que despertaría en cualquier momento y volvería a sonreír, y ya lo creo que desperté, pero lleno de tubos, mascarilla, oxigeno, vías, palomillas, morfina, goteros, grapas, agujas, sondas, drenajes, ... todo mi cuerpo lacerado y escarnecido.

Lo soporté todo.

Diez días después ya estaba fuera del edificio blanco debido a la buena evolución, un corto periodo de tiempo, inusual me dijeron para una intervención como esa,  pero mi  naturaleza no me abandonó.

Otra cosa es la larga recuperación, y en esto andaba hasta que recibo la última noticia:  el próximo lunes empiezo una nueva andadura, otra terapia, más incertidumbre, más turbación, más desasosiego, más preguntas, más agujas,...  bueno, por lo menos es sólo un día a la semana. 

En fin, luchador hasta el final, con sinceridad y valentía.

Mis más profundo agradecimiento a todas esas maravillosas personas que han estado constantemente pendientes de mi estado y se han preocupado por mi. Gracias por vuestra energía y vuestro valor.



jueves, 14 de septiembre de 2017

Volviendo al retrato

Eduardo Beltrán García de Leaniz / Madrid


Hacía ya mucho tiempo que no pintaba la figura humana, y mas concretamente el retrato, al que siempre me ha gustado  imprimirle una gran carga simbólica que lo caracterice. Me gusta estudiar al personaje que pinto, buscar su psicología, sus gustos, sus aptitudes personales, y plasmarlo en una pintura llena de referencias al protagonista, buscando adentrarme lo más posible en sus sentimientos interiores, en sus anhelos, en su fuerza y en sus debilidades.

Mis retratos o interiores con personajes siempre se han adentrado en un mundo surrealista, onírico, con mucho espacio para la imaginación y la interpretación, y en los que el simbolismo adquiere toda su fuerza.

En este retorno, quizá con fin, quiero reflejarme primero a mi mismo, de perfil, pero sintiendo el pestañeo del ojo izquierdo, y con mi característica barba gris de los últimos tiempos. Quiero pintar un autorretrato nada academicista, ajeno a los gustos convencionales, alejado de afectaciones superfluas, reflejar mi propio status quo, en donde la dirección de la mirada queda en suspenso, perdida hacia un lado, para que el cuadro adquiera la importancia que le quiero conferir.

Un rostro sereno, firme, sin miedo, orgulloso y agradecido de estar aquí y ahora. Como el de un buscado sin recompensa, como el de un cautivo sin cadenas, como el de  un proscrito con país, protegido por las raíces que dan la vida y que se concentran a mi alrededor, en una especie de crisol luminoso, aunque oprimido por decenas de arcillas desvencijadas, que actúan como pesadas losas que se creen triunfantes, fruto de demasiados cambios e inquietudes. 

No trato de idealizarme, sino ser simplemente vital, y estar presente en este preciso momento. Ya en el boceto preparatorio que hice a lapicero a mano alzada se puede intuir este deseo.



En mi estudio, miércoles 13 de septiembre de 2017



Boceto preparatorio a mano alzada 

domingo, 27 de agosto de 2017

A pesar de todo...

Eduardo Beltrán García de Leaniz / Madrid, La Paz


A pesar de todo... VIVE LA VIDA

Escucha esta música mientras lees el texto de abajo




Hace mucho tiempo que decidiste voluntariamente venir a vivir a este planeta con una finalidad

Vivir muchas vidas, muchas experiencias

Sabías que sería duro, muy duro, aún así

Te comprometiste a hacerlo por Amor

Ahora muchas veces lamentas el estar aquí

Porque no recuerdas tu fuerza, tu divinidad

Es el miedo que no te permite darte cuenta

Recuperarás tu poder cuando dejes de tener miedo y de creer que te están manipulando

Durante mucho tiempo has estado experimentando

Proyectando fuera de ti, de tu realidad

Cada uno tiene una misión que llevar a cabo

Tal vez has perdido algo o a alguien

Tal vez estás en un proceso de enfermedad

Tal vez recibiste un duro golpe

Sea cual sea tu experiencia en este momento

Siéntete que ya estás realizando ese trabajo

El secreto de una buena experiencia está en "cómo te lo tomas tú" como vives 

ÁMATE Y VIVE LA VIDA

Siéntete orgulloso de ser como eres

Siéntete afortunado de poder estar aquí y ahora

Las experiencias vividas son muy importantes

Se beneficiarán muchas civilizaciones

Los seres de la galaxia te miran y admiran

Fuiste creado con la intención de hacer algo grande

Lo hemos logrado gracias a todos por ello

Pero aún queda mucho por hacer, mucho por vivir

Pero deber vivirlo desde el AMOR y sin miedo

ÁMATE Y VIVE LA VIDA

Lo vivido en este mundo va a servir para cambiar el curso del universo para siempre

Llegó la hora de que tomes tu responsabilidad

ÁMATE

Ama a la gente que hay a tu alrededor

Comparte y experimenta desde el Amor

ÁMATE Y VIVE LA VIDA

Eres un ser único y muy especial Quiérete

La experiencia está llegando ya a su fin

Relájate y vive la vida

Ha llegado el momento de regresar a tu interior

Dentro de tí está todo lo que necesitas

ÁMATE Y VIVE LA VIDA SIN MIEDO

Coldplay 

viernes, 11 de agosto de 2017

El color en mi pintura

Eduardo Beltrán García de Leaniz / Madrid


Desde que era ya un niño me ha obsesionado el color como un medio para descubrir cosas. Por eso, mi pintura es principalmente color. Y el color ya expresa algo por si mismo, se plasman ideas, realidades, conceptos con solo dar unos brochazos de pigmento a un medio.

Me gusta expresarme a través del color, representar las diferentes atmósferas que pinto por la sola combinación de colores, colores intensos, puros, sin mezclar, colores extremos, como esos maravillosos ocres y amarillos, los colores verdes de la vida, los azules profundos, los rojos de la tierra,...

Y junto al color, la luz. La luz del sol y los colores del arco iris crean la belleza inigualable de este planeta.  La luz y el color son inseparables. Vivimos rodeados de colores por todas las partes, y sin embargo a veces estamos ciegos, sólo vemos la monotonía de los grises. Se está perdiendo la percepción visual de lo que nos rodea. No soy pintor de blancos y negros.

A veces cuando paseo por la naturaleza y encuentro la armonía y el equilibrio en un enclave que llama poderosamente mi atención, como un campo de girasoles o un manto interminable de amapolas, un cielo rosado al atardecer o un tronco solitario, siento la necesidad de transmitirlo a mis lienzos, siempre dando una gran importancia a la energía y al simbolismo del color que me transmite ese preciso instante.

He observado que, con el paso de los años, los colores de mis cuadros son cada vez más intensos, es curioso, pues tendría que ser al contrario. Sera mi forma particular de pintar y de aplicar los colores. Ya lo dijo Oscar Wilde: "El arte es la forma más intensa de individualismo que el  mundo ha conocido".

La importancia y el poder simbólico del color siempre formó parte de nuestra cultura desde las primeras manifestaciones artísticas. Ya escribí sobre este tema en el siguiente enlace:



Solitary tree on a road
Oil on canvas

viernes, 26 de mayo de 2017

Treasures of The Hispanic Society of America en Madrid

Eduardo Beltrán García de Leaniz / Madrid


"The windows of an art museum should be pictures", palabras de Archer Huntington, fundador de la Hispanic Society Museum & Library de Nueva York, que expresan de forma sencilla y clara la idea de lo que es en realidad un museo, y en su caso, condensar y expresar el alma de España en un gran espacio museístico.

Y es precisamente esta idea la que me permite introducirme en la excepcional exposición que ha organizado el Museo del  Prado con más de doscientas obras de la Hispanic Society, y tener la posibilidad y el privilegio de contemplar un museo dentro de otro.

La Hispanic Society posee la colección de arte hispánico más importante del mundo fuera de España. Y esta exposición quiere precisamente dar una idea global de lo que es y representa la cultura española a través de siglos de historia, con piezas que abarcan del año 2000 a.C al siglo XX. 

Expuestas cronológicamente, se muestran desde pinturas, dibujos y esculturas, piezas arqueológicas, cerámica, joyería y orfebrería, artes decorativas y textiles, hasta los valiosos manuscritos y documentos de su biblioteca, también una de las más importantes del mundo.

Es muy difícil destacar una obra en concreto de la exposición, pues todas las piezas son excepcionales e imprescindibles, representando momentos muy importantes de la historia de España. Y aunque siempre nos gusta tener en mente obras maestras famosas, como por ejemplo el retrato de la Duquesa de Alba, de Goya, o el retrato del Conde-Duque de Olivares, de Velázquez, no puedes dejar de admirar el Mapamundi de Juan  Vespucci, el bote de marfil de Madinat-al-Zahra, el torso de Diana cazadora, o el broche de cinturón visigodo, por poner algún ejemplo.

Y de la America Hispana es impactante y sobrecogedor el conjunto escultórico de Las Postrimerías del hombre.

Una exposición única, estimulante, esencial e imprescindible.


Este año The Hispanic Society of America ha sido premiada con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2017, en reconocimiento a una institución dedicada a coleccionar, conservar estudiar, mostrar, estimular el conocimiento del arte, la historia y la literatura  de España. 





miércoles, 10 de mayo de 2017

Piedad y terror

Eduardo Beltrán García de Leaniz / Madrid

Pocas veces una exposición puede despertar en nosotros tantos sentimientos diversos y encontrados al mismo tiempo, me refiero a la exposición que ha organizado el Museo Reina Sofía sobre Picasso  centrada en su obra Guernica, y cuyo título ya presupone un anticipo de lo que nos vamos a encontrar: "Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica".

La exposición reúne más de 170 obras del pintor malagueño, en las que se puede apreciar la compleja fuerza creadora del artista y su infinita obsesión por plasmar el terror y lo monstruoso en las formas representadas.

Observando detenidamente el Guernica a una cierta distancia, lo primero que llama la atención, aparte del patetismo y el horror en blanco, gris y negro que emana, es la confusión y complejidad de objetos que pueblan la escena, una saturación que en un principio puede parecer caótica, pero que cuando te vas adentrando en ella va tomando sentido, descubriendo lo que es una especie de habitación que se va derrumbando poco a poco a su alrededor, dentro de una estructura piramidal.

Los personajes (mujeres y animales) que la pueblan son todo un compendio del horror y la muerte inminente que les espera. Es una gran escena trágica. Posiblemente sea ésta una de las representación más apocalípticas jamás representada en el arte.

Terminaré alabando el titulo elegido de la exposición, pues es verdad que cuando contemplas el Guernica una ola de horror te invade totalmente, pero también sientes la piedad y la compasión. Piedad y terror.



Pablo Picasso. Guernica. 1937
Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

jueves, 27 de abril de 2017

El bosque encantado II

Eduardo Beltrán García de Leaniz / Madrid


Puede decirse que la pintura es esencialmente un elogio de lo que se pinta. Por eso, a mi me encanta pintar cuadros de árboles, tratando de representarlos además con un cierto significado alegórico, desnudando al máximo la imaginación.

Con esta nueva obra lo que he pretendido ha sido captar la simbiosis que existe en los bosques, en el que la relación estrecha de todos sus habitantes contribuye a que funcione su ecosistema, ayudándose mutuamente. Y los árboles son precisamente un símbolo del equilibrio. Sin ellos, todo se viene abajo.

Desde la niebla del fondo, hasta la nitidez del primer plano podrás comprobarlo.

Y aunque podría seguir trabajando en esta obra, añadiendo y pintando nuevos detalles, creo que ha llegado el momento de dejar los pinceles y firmarla. Han sido varios meses de trabajo, y ahora, por fin, la veo prácticamente acabada. Llega un momento en que a las obras hay que abandonarlas para empezar otras nuevas.

Deja volar tu imaginación, adéntrate en este bosque, busca los detalles escondidos, aprecia  la fuerza de sus colores,... y siéntete libre.




El bosque encantado II
Óleo sobre lienzo
54x73cm.


Algunas fotos del proceso creativo:













Todas las fotos están hechas con mi iPad


viernes, 31 de marzo de 2017

Budapest en el Thyssen

Eduardo Beltrán García de Leaniz / Madrid

Una exposición magnífica la organizada por el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, dedicada a obras maestras de dos grandes museos de Budapest: el Museo de Bellas Artes y la Galería Nacional de Hungría. Y como dice el propio museo, una exposición que llega en un momento idóneo para celebrar el 25 aniversario de la creación del Museo Thyssen en Madrid, reivindicando además los orígenes húngaros del apellido Thyssen-Bornemisza.

Recorriendo las salas de la exposición he reconocido alguna obra que ya había contemplado in situ cuando viajé a Budapest hace un tiempo y visité sus museos. Con lo cual, la exposición ha tenido un doble significado para mi, por un lado recordar el inolvidable viaje que hice a la capital magiar y al mismo tiempo tener la oportunidad de contemplar estas obras maestras en dos diferentes espacios museísticos.

La selección de obras es excelente, contando con una gran representación de pintura española, entre las que destacaría  La Magdalena penitente de El Greco, El Almuerzo de Velázquez o La aguadora y El afilador de Goya

Observando el dibujo Estudios de patas de caballo de Leonardo da Vinci me quedé fascinado, como asimismo apreciando la bellísima pintura de Bellotto El Arno en Florencia. Y mi ya natural predilección por la pintura holandesa me llevó a permanecer largo rato mirando El invierno, La primavera, El verano y El otoño de Jacob Grimmer.

Contemplar Salomé con la cabeza de San Juan Bautista de Cranach el Viejo me trajo también bonitos recuerdos de otro museo europeo, el Sternberg Palace de Praga, que visité el verano pasado, y en el que se estaba exhibiendo "Cranach from all sides", una gran exposición sobre este pintor alemán.

En cuanto al arte húngaro del siglo XIX, ya cuando visité la Galería Nacional de Hungría se me quedó inmortalizada en la retina la pintura de János Vaszary La Edad de Oro, presente en esta exposición, y que me trajo una nostálgica evocación. Inolvidable El bizcocho de semillas de amapola de Adolf Fényes.

Una oportunidad única, de asistencia inexcusable, para visitar el Museo Thyssen y poder contemplar noventa obras maestras de los museos de Budapest.